Si realmente fuera yo la que estuviera tirada en esa cama estaría quitándome a Alex de encima y echándolo de mi casa. Mi cuerpo no respondía no era capaz de moverme estaba tan insensible a lo que ocurriera en el exterior que ni siquiera me había percatado de que ya no tenia a Alex encima sino que estaba a mi lado, echado junto a mi mirándome con miedo de haberme hecho daño. De repente, cuando vi su cara no pude hacer otra cosa que echarme en sus brazos a llorar y el me abrazó y consoló hasta que me quede dormida. Me desperté sobre las 11 y media de la noche y me sorprendió bastante encontrarme a Alex a mi lado aun abrazándome como que me estuviera protegiendo, yo tenia una pinta horrible los ojos hinchados y rojos, el rimmel esparcido por toda la cara... mientras Alex tenia la cara con una expresión de tranquilidad, parecía hasta mas joven simplemente parecía un ángel. Fui hasta la cocina y prepare algo de cenar para dos por si a Alex le apetecía algo, me sentía muy agradecida por que no me hubiera soltado mientras lloraba y mas tarde, mientras dormía. No tenia ni idea de que era de Megan aunque siempre que nuestros padres no estaban salía por ahí con sus amigas. Subí a mi habitación y Alex aun seguía durmiendo, no sabía que hacer así pero hice lo que mas lógico me pareció despertarlo.
Alex, Alex..-Le susurré al oído porque tenia miedo de como reaccionaría-Comenzó a moverse y me aparté un poco para que no se sorprendiera demasiado, primero abrió un poco los ojos y después se puso a mirar la habitación seguramente preguntándose que donde estaría.
¿Daphne?-dijo él algo confundido seguramente aun no se había despertado-¿Que hago aquí?
Mmm pues acabamos... en mi cama... y nos dormimos...-dije sonrojandome- Despues hubo un silencio más que incomodo y le dije: ¿Te apetece cenar algo?-Dije timidamente.
Si estoy realmente cansado la verdad-Dijo un poco cortado.